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Villa Constitución.- Comunicado de prensa del Movimiento de Unidad Villense sobre el accidente de trabajo que costó la vida de dos compañeros trabajadores en Acindar:

CONSECUENCIAS

Cuando se habla de globalización o de neoliberalismo, nos parecería estar escuchando cosas lejanas, abstractas, que no se pueden palpar. Sin embargo, no es así. Desgraciadamente, cuando aparecen, se nos presentan como tragedias. Así sucedió en Cromañón, en los materiales inflamables más baratos, en el candado puesto en ese portón para que no ingresaran colados, en la venta de entradas más allá de las posibilidades que brindaba el espacio, en el poco interés por el hombre, por los chicos. El omnipresente Dios ganancia.
También se pueden ver en muchos colectivos de pasajeros convertidos en chatarra en rutas del país, con saldos de miles de muertos por año, cuando se les exige trabajo sin descanso a los choferes.
O en las inundaciones de Salta, por ejemplo, donde no fue la lluvia la que provocó la crecida del Pilcomayo, sino la tala indiscriminada de bosques río arriba.
Lo vimos en Acindar, el 5 de febrero, 8 trabajadores heridos, que no son un promedio, sino obreros que intentan ganar un salario para sobrevivir. Entraron a trabajar en un horno al que le faltaban como mínimo 20 horas más de enfriamiento. Hay que producir, a cualquier costo… humano. Parecería ser que la máquina no se puede detener, pero el corazón de las personas sí. La mercancía debe sobrevivir a cualquiera de nosotros, es más importante. Así parece, así es.
En ninguno de los casos se trató de accidentes, o de catástrofes. Son consecuencias, horrorosas consecuencias de un sistema que está en el acontecer diario y que, generalmente, se nos presenta así, con vidas en peligro de muerte, lesionadas o vidas que dejaron de serlo.
Acompañamos en el dolor irremediable a los familiares de los trabajadores fallecidos. Y expresamos nuestro total repudio a la aún vigente filosofía de la mercancía como fetiche. Nicolás Correa y Alfredo Dianda, ¡Presentes! Víctimas del capitalismo salvaje, víctimas del capitalismo.

CONCEJAL GUSTAVO BAÉZ – DR. CARLOS ALEGRE